Cada día pasa igual al siguiente, las horas son cuentas gotas que no paran de caer, para calar en los huesos hasta la humedad del ambiente.
La tristeza, la desgana, la apatía y la presión constante en mi cabeza, de que no solo estoy perdiendo el tiempo, sino que lo estoy derramando, regalando como un millonario que desconoce el saldo de su cuenta bancaria, que está a punto de caer en la banca rota.
El mal humor es una sombra que me persigue, la sensación de que estoy perdida en ocasiones, de que no sé qué rumbo tomar, ¡y sobre todo como volver a tener el control de mi vida!
¿Pero… tuve alguna vez de verdad ese control?
¿O seré un títere con hilos invisibles qué maneja alguien más?
Que me hace creer que tengo autonomía, mientras se divierte mirándome retorcer como una lombriz en el cemento, apuntándome con una lupa al sol para quemarme los pensamientos, para freírme los sesos, para hacerme gelatina el cerebro, y que mi voluntad no valga nada, y no tenga ni ganas de levantarme de la cama.
Cuando la tristeza te envuelve con su manta tibia y pegajosa se te mete dentro, y es muy difícil quitársela, ¡por más fuerza de voluntad que tengas!
Hay días que no tenés ni ganas de comer, ni de tomar agua, donde cuesta hasta respirar y tragar saliva.
Hay días que te miras en el espejo y no te reconoces.
Y así pasan las semanas y los meses, y sin querer te vas enterrando más en las arenas movedizas de la baja autoestima, porque te cuesta moverte, estás tan metido hasta las rodillas o incluso más, que ya no sabes ni como llegaste a eso, pero estás ahí, atrapado y nadie se da cuenta.
Finges alegría, sonríes como el payaso que actúa en una obra de teatro para hacer sentir bien a los demás, mientras por dentro es todo lo contrario. Sentís que el barco se está pinchando, y que se va filtrando cada vez más agua. De a poco te vas hundiendo frente a la demás gente que no se da cuenta como lloras por dentro, mientras que por fuera pareciera que no pasa nada, que está todo bien.
Aprendiste a sufrir en silencio, a callar tu dolor, a lamerte las heridas, a disimular las puñaladas de la vida.
Piensas que todo pasará, pero no pasa, y sigues igual.
Shantal
27/09/2025. Ultima parte escrita y revisada 28/09/25.
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